viernes, 3 de julio de 2015

Jurassic World

En este 2015 de rebootear y retomar sagas que hace muchos años se encontraban guardadas en el cajón de los clásicos, Jurassic World sobresale. Simplemente es un gusto verla, volver a escuchar Su melodía y sentirte en los noventas, en la primera película. Y esto no es únicamente por la música: probablemente sólo los jóvenes no habrán reconocido en este filme, más que una secuela de Jurassic Park, un tributo a aquella película del noventa y tres. Incontables son los easter eggs (si se pueden nombrar así) a ese filme; desde la gigantesca puerta de madera y la reaparición del doctor Wu hasta los lentes de visión nocturna y aquella cadena de ADN que explicaba a Alan Grant y compañía cómo se habían creado los dinosaurios. Sin embargo, en esta película no pueden faltar ciertos errores de continuidad con la saga previa y a lo que viene y una que otra de estas, ya de tan vistas acabadas, secuencias del cine neoyorquino, que considero como fails y que ahora mismo enumeraré.
a) Errores simples:
---El nuevo parque está en la isla Nublar, la misma de la película del '93, lo que lleva a una cuestión: si en algún momento se menciona que este parque comenzó con ocho especies: ¿qué se supone que pasó con los dinosaurios de las películas anteriores? En la película original recuerdo haber visto, al menos, siete especies de dinosaurios, eso sin contar los que en el segundo y tercer filme se agregaron (aunque en otra isla), lo que hace pensar: si desde hace veinte años existía una diversidad de dinosaurios en la isla, ¿los mataron? ¿murieron de hambre?
---El enemigo aquí es el Indomitus Rex, que es el término en latín para El-pinchi-dinosaurio-chingonsote-super-inteligente-con-capacidad-de-ocultarse-de-la-mejor-tecnología, porque eso es exactamente lo que es. Si la idea de la primera película fue enseñar que el hombre no es Dios y que la naturaleza sigue su curso (por lo que al final los únicos que mueren son unos cuantos raptores), en este filme la idea es destruir un dinosaurio (que, cierto, no existió jamás) que mata por diversión (tiene la capacidad de maldad de sus creadores) a toda costa. Algo en lo que son muy malos, por cierto.
---Ahora surge un nuevo enemigo a la luz: InGen. Sí, ahora resulta que la compañía de John Hammond es una compañía malvada que pretende usar a los dinosaurios con fines bélicos, lo que, como nos ha enseñado bien Hollywood, sólo puede devenir en algún tipo de apocalípsis sáurico. Título sugerido para la secuela de Jurassic World: Jurassic War. Y a esto debo agregar que mi mente no deja de hacer una relación de InGen con Umbrella, aquella malvada compañía de la saga de Resident Evil, y, bueno... todos saben la clase de películas que esa idea trajo.
---A los pobres pterosaurios no los alimentan. Durante casi toda la película la trama en razón de humanos devorados va bien: se sabe que el Indomitus caza por deporte, las únicas muertes de los velocirraptors son debido a que son influenciadas por el primero (con excepción de una), ¡pero los pobres pterosaurios parecían sufrir hambres! Lo primero que hacen al escapar no es ir en desbandada, ni volar a otro lugar en el cual reposar, no: se lanzan sobre el público del parque a devorar al por mayor. En mi opinión fue sólo para mantener un flujo de muertes constante. (Nota al margen: ¿qué clase de dinosaurio era ese con cabeza de T-Rex y alas?)
(---Esta es muy personal: ¿Alguien notó que ahora que el parque volvió a cerrar el pobre mosasaurus morirá de inanición? Todos pueden moverse libremente por el parque, pero este dinosaurio está en confinamiento solitario en un tanque de agua)
b) El mame de Hollywood
Si bien durante tres cuartos de la película todo va viento en popa, en el último fragmento, específicamente en la pelea contra el Indomitus, las cosas empiezan a caer. En primera, los velocirraptores se arrepienten de haberse ido con el otro y se vuelven en aliados inesperados de Owen y compañía. Y de ahí nos saltamos hasta la parte en que Blue, el último raptor en pie (y quien se creía estaba muerto) aparece heroicamente al último momento para salvar al Tiranosaurio. Es comprensible imaginar esta escena de rescatar al compañero un momento antes de su muerte por parte de humanos, pero Blue, cual si fuera uno de nosotros, se levanta, alza la voz para llamar la atención del villano (que obviamente voltea a verlo) y se lanza hacia él de frente, demostrando su valor. Ahora el T-Rex, que se encontraba moribundo ya, se levanta como si nada y entre los dos hacen un ataque coordindo en el que uno de los movimientos consiste en que el raptor se pare sobre lomos del T-rex, más de lo estrictamente necesario. ¡Háganme el favor! Y por si esto fuera poco, al final, como enemigos que saben reconocer en el otro un digno aliado/rival, T-rex y raptor se miran frente a frente, inclinan la cabeza frente al otro y parten por sendas distintas. ¡Háganme el rechingado favor! ¡En qué momento los dinosaurios se volvieron seres tan civiles!

Aún y con todo, Jurassic World es una gran película que loe entretendrá y seguramente los devolverá a la última década del siglo pasado.
Enjoy.

martes, 28 de enero de 2014

La ladrona de libros

Según esto, la película está basada en un libro basado en hechos reales. Poco probable es que el libro no haya romantizado la verdadera historia, y que la película (como buena producción de intensiones comerciales) no idealizara más lo escrito. Aún así, tras pasar los tres niveles de miel y azucar, puedo decir que es una película muy interesante. 
         Al enterarme de su existencia, lo único que pude pensar fue "otra película de la segunda guerra mundial", me imaginaba judíos torturados y alemanes desalmados a los que solo les faltaba desgarrar con sus propios dientes la garganta de las bienintencionadas fuerzas aliadas. Al verla me di cuenta de mi error. No, La ladrona de libros no muestra a una gestapo con corazón, pero si retrata una realidad diferente: es una película que muestra a lo que pueden llegar las distopías: ver a ese barrio de gentes de buen corazon en las arterias de la capital alemana, como las mentes de algunos eran controladas por la propaganda gubernamental (la mejor escena de esto, la reacción de los niños cuando Inglaterra declara la guerra a Alemania), la resignación con que siguen las ordenes, a sabiendas de que es lo único que pueden hacer...
             Nunca me había enfrentado a una película así (que claro que las hay). No imagino ni al mas resentido de los judíos indiferente ante la escena de las personas en los refugios antibombas.
                  Sin embargo tampoco es la sensación que leí en internet. Podría decirse que la historia de Lizzet es una serie interminable de chiripazos y golpes de suerte, desde el momento en que roba su primer libro hasta la penúltima escena parece que el mundo conspirara para que no le pasara nada. Es una de esas cosas que me imagino que no se pudo evitar para que la película llamará más la atención. Pero lo que sí se lleva las palmas es el sube y baja en el que te sumerges en el clímax del filme. Creo que lo resumiré en emoticons para no espoilear nada:

;.;     :-\      :'(      ¬.¬      -_-


Aún con todo, y ya que yo no soy un experto en la materia, sino alguien que va para disfrutar las películas, le entregaría un 8 de 10 puntos. Así que si, la recomiendo.

PS (CON ESPOILER): Es poco veridico que un niño (aunque haciendo cuentas ya tendría 16 años) diga te amo. Ese fue la sima de las fallas en La ladrona de libros.

viernes, 21 de junio de 2013

Ateísmo lógicamente



Día a día hay más personas que han decidido abandonar a Dios, desechando su veracidad. Muchas gente, y esto lo he vivido en carne propia, fieles a la Divinidad, ven en esto una necedad en el mejor de los casos, en el peor de ellos creen que quienes carecen de Dios tienen a su hijo, el Demonio, susurrándoles en el oído. Por el otro lado, el Papa Francisco ha expresado una posición de aceptación y respeto a estos hombres y mujeres, a los que solo les pide que sean buenas personas.
Lo que quizá pocos se den cuenta, sobre todo los creyentes, es que el ateísmo es un proceso que la humanidad ha arrastrado desde hace años, y así, a los fieles dedicada, una escritura que espera, aunque sea poco, entrar en su mente: una visión primero histórica, luego religiosa, del ateísmo.
La narración empezará en el siglo IV, cuando en un papel quedó estipulado el cambio de la religión oficial romana del antiguo paganismo al naciente cristianismo. Esa es la aparición más notoria del protoateísmo. Los romanos decidieron (algunos se vieron obligados) a abandonar un Panteón rico en deidades para abrazar una Trinidad que es uno. El olvido de esas figuras es la primera negación de un dios, de muchos dioses.
            Tuvo que pasar algo de tiempo, algunas reformas y contrarreformas, para que un intento igual de grande que el de Constantino se diera. Entonces, en Francia apareció, lleno de filosofías un Robespiere “ilustrativo”, cuya ilusión era acabar con todo vestigio de lo divino, no solo de lo que en ese siglo XVIII continuaba vigente, sino de los rastros históricos que indicaran en algún momento los dioses formaron parte de la vida humana. Tal fue su deseo que cambió los nombres de los días y de los meses para lograr su cometido. Finalmente su cometido cayó por el peso de la sangre que corrió por las calles de París, por la densidad del miedo que inculcaba en el pueblo.
            Entonces los ateos que, del mismo modo que ese líder francés, se habían inculcado con maestros de la ilustración, decidieron hacer paulatino el abandono de las creencias en Dios. En el caso mexicano, por ejemplo, la ley Juárez marcó el paso al quitar a Dios y sus delegados poderes y tierras. En la década de los 20’s del siglo pasado ese intento se vio reforzado en el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles, en el que las tentativas anticlericales conllevaron a la lucha cristera. Al igual que el intento de Robespiere, el de Calles se vio repelido por una fuerza proporcional e inversa a la que él aplicaba. Ambos se deslumbraron con su poder y no vieron que, por una parte, abandonar a Dios es una decisión personal, y por la otra, al igual que el socialismo surgirá, según Marx, del capitalismo, el ateísmo sería una evolución inevitable de las creencias en Dios.
            En el transcurso de este mismo siglo la filosofía se vio apoyada y superada por la ciencia, que con cada descubrimiento desacreditaba a Dios como artífice de todo lo que pasara… y Él nunca dijo nada. El silencio de Dios era la prueba máxima de su inexistencia.
*
Los caminos de Dios son misteriosos. Esa es una de las respuestas con las que alguien se puede encontrar cuando discute lo antes dicho con algún creyente “de hueso colorado” y es que, sin intención de ofender a ninguna persona, en el caso “Dios” siempre se puede contar con una respuesta. Es lo bueno de defender a un ente inefable y superior. Así yo también podría hacer y haré, para explicar la existencia del ateísmo.
Cuando Jesús caminó entre los hombres entregó a sus discípulos una oración: el Padre Nuestro. En ella esa figura tan lejana, tan superior, tan temida se convertía en una figura a la que podíamos tener cerca, que nos cuidaba como lo haría un padre. Así, tomando esta relación filial Dios-hombre, podemos contemplar una evolución que se verá en cualquier familia.
En esos tiempos en que los niños se encontraban dispersos y preferían atender a los tíos y a los otros niños que a lo que su propio progenitor les inculcaba, la intromisión de Dios en la vida del hombre era necesaria y, por su deber, obligatoria. He aquí la época de las grandes enseñanzas cuando Dios tenía comunicación directa con la humanidad. Lo vemos caminando entre los primeros padres, apareciendo en forma de rayo luminoso a Caín y Abel, de zarza ardiente Moisés, de voz en el cielo a Noé. Como un padre cuidadoso nos procura de primera mano e incluso hace presunción de la educación que nos ha otorgado como en el caso de Job.
Luego nos entregó un hermano mayor que nos indicara el camino, la cercanía de un hermano aumentaba la posibilidad de que su prole atendiera la vía de la bondad, la belleza y la virtud. Él hizo bien su trabajo. De una u otra manera quisimos satisfacer a nuestro padre. Comprendimos lo que hacía y lo admiramos; queríamos hacerlo feliz. Así que conquistamos en su nombre, le dimos tierra y tributos, hasta que los primos musulmanes vinieron a decir que su padre era mejor. ¿Cómo permitirlo? Eso no se podía. Competimos. Queríamos superioridad. Y así, entre enojo, coraje y pelea, pudimos vivir en armonía, como el caso de España da bien a entender. Finalmente después de mucho pelear y discutir el fervor disminuyó y cada quien pudo adorar a su padre en tierra propia.
Sucedió entonces un cambio importante y nos volvimos en una edad difícil: la adolescencia. Así, siglo a siglo, nos debatíamos entre la independencia o seguir con Él. Madurábamos y contemplábamos huecos en la enseñanza que nos impartía, pero al tiempo apreciábamos las cosas buenas que hacía. Él por su parte nos daba libertad.
Dios nos ha dado camino libre para proseguir con nuestra vida y aunque aún estamos algo aterrados al pensar que pasará sin su protección vamos viendo que el mundo no es un monstruo que nos comerá sin su protección. La época de los grandes milagros y de la aparición de ángeles ha acabado. Lo que nos podía enseñar nos lo enseño, nos defendió cuando debía. Ahora, en ese paso en el que estamos hacia la etapa adulta vemos que no lo necesitamos, que si nos vemos en apuros él (ahora con minúscula) nos tenderá su mano, pero que ahora debemos soltarla, no aferrarnos y demostrarle que las enseñanzas de 4000 años han dado fruto.
Hay quienes lo comprenden, hay quienes simplemente lo sienten, pero así, unos a unos, podremos llegar a la etapa en que nos haremos responsables, en que sabremos que nuestros logros se dan en base a nuestro esfuerzo, en que entendamos que la gente muere y no la sufriremos en las rodillas de dios. Así, los que están preparados se han ligado al ateísmo, los que no se han liberado de la figura de dios lo harán paulatinamente. Es un paso inherente al desarrollo.


-R-

miércoles, 8 de mayo de 2013

La caída del Mandarín

Cuando me enteré que El Mandarín sería el villano de la tercera película de Iron Man no cabía de gusto en mí mismo.
   Al principio la duda me invadió. ¿Qué historia se encontraría tras sus anillos de poder?, me preguntaba. Pero al menos el triller de la obra me entusiasmaba. Las imágenes de las armaduras de Iron Man explotando, Pepper con el casco destrozado del héroe... todo parecía indicar que el Mandarín, uno de los villanos más latosos de, al menos, las primeras generaciones del cómic, tendría una grandiosa adaptación al cine en forma de terrorista, hecho que no podía ser de otra forma.
   La película comenzó bien... hasta la grabación del Mandarín. Desde el simple "¿comenzamos?" la farsa se destapó por sí misma. Luego creció la debilidad con la llamada del presidente.
   El Mandarín no era ese supervillano que tanto esperaba ver en la película, los anillos en sus manos no tenían poder alguno; casi quise llorar. Un actor. Un simple actor es lo que se escondía detrás de esa figura tan grandiosa, tan temible, que era el Mandarín.
   Si en los cómics se tuviera noción de la película el Mandarín se retorcería en su fortaleza. Verse rebajado de tal manera. Ridiculizado como Obadiah Stein e Ivan Vanko no lo fueron. Cabe decir que en los cómics Whiplash (Vanko) llega a ser esbirro del villano de esta película.
   Esta es, sin duda, la peor derrota que ha sufrido el Mandarín en toda su historia. Una mala interpretación en una mala historia.

domingo, 17 de marzo de 2013

La casa de la bruja

En un estilo de juego de rol nos viene este juego, sencillito, pero que esconde entre su simpleza un arte que, de primera mano, me parecio fantastico. "The Witch's House" o "La Casa de la Bruja" es un juego corto que inspira la sensación del suspenso y en ocasiones hasta el terror, de ese que sólo se encuentra en los videojuegos. Es una historia de supervivencia que, además, puede llegar a convertirse, de la gloria absoluta del que sobrevive, a una tragedia total. Lleno de trampitas y juegos mentales fáciles de llevar, este juego, aunque cortísimo, se ha ganado un lugar entre mis favoritos, y está sentado a la derecha de Silent Hill.
Les debo el link de descarga.

 











-R-

viernes, 1 de febrero de 2013

La Celestina



La tragicomedia de Calisto y Melibea es el nombre original de este título del siglo XV (su más antigua edición conocida es de 1499). Aquí, una adaptación, hasta lo que recuerdo, muy fiel.
  Lo malo de esta visión son los subs en chino.






lunes, 3 de septiembre de 2012

The vampire hunter (unfinished)

Recién fui a ver la película titulada en México como Abraham Lincoln: cazador de vampiros. Debo confesar que sólo entré porque mis camaradas ya tenían el boleto en mano.
  Es una peícula palomera, la verdad, y para aquellos interesados en la historia americana o en la historia llanamente el periodo en que se desarrolla la historia es de utilidad. Una de las cosas buenas, o que me gustó, es que recupera en cierta manera a los viejos vampiros, así como en la novela de Bram Stocker, los de este film son diurnos, aunque la diferencia es que estos mantienen sus poderes aun bajo el sol; claro que viendo de cerca la cinta se nota que es una simple casualidad de la adecuación de estos villanos al contexto de la guerra, cuyas batallas se desarrollan en el día.
  Para aquellos que disfrutan de la acción de las peleas esta película es buena, la sangre brota en ríos al menor hachazo de Lincoln.
  Por el otro lado, y esta es la parte más extensa de esta crítica, la cinta cae en muchas faltas en su transcurso, comencemos con el hecho de que para ser una película del 2012, las escenas computarizadas, especialmente la de los caballos, son fastidiantes, casi puedes ver los pixeles asomando entre ellos; ya he dicho que muchas de las escenas de batallas son buenas, pero esto falla en las que verdaderamente son importantes: los encuentros importantes son insatisfactorios y hasta patéticos, aunque no es cosa que se le achaque sólo a este largometraje: pareciera ser que a Holliwood se le acabaron las ideas para muertes trágicas como las de antaño.
  Otra falta para los que son seguidores de los mitos de las criaturas de bestiarios es el uso de la plata contra los vampiros; a pesar de la gran explicación de por qué su uso (basandose, como no, en la biblia) esto no va a terminar de llenar el vacio en aquellos que sabemos que la plata es para licántropos.
  Pero sin duda la mayor decepción a ojos de tan novato crítico es la transformación de Abraham Lincoln en un super hombre; y no simplemente el hecho de eso, sino la rapidez con que logra hacerlo. Ya dejandonos de pelis, esto no demuestra más que la necesidad de crearnos héroes nuevos a falta de personas reales que nos cumplan: hemos vuelto a las edades de los semidioses que combaten hidras y gorgonas.
 -R-